Sentada en la cima del mundo

Un día ví hacía abajo

Y vi muchas imperfecciones

Pensando estaba en cómo resolverlas

Criticando a Dios por hacerlas

Cuando entonces comprendí

Y dije para mí:

“Dios mio, que perfecto es todo

Todo lo que hiciste,

Pero se os olvido un detalle;

Nadie es perfecto”.